Bolso de plástico y ganchillo |
Estoy frente a él. Tiene un libro entre las manos. Lo abre, me observa y dice:
- Mira lo que encontré ayer...
Siempre regresa a la lectura de Antonio Machado en esta ciudad: una costumbre, supongo, que empezó en su infancia.
- Llevo más de veinte años dándole vueltas a este libro y nunca había leído lo que voy a leerte.
No puedo evitar una sonrisa burlona. Amistosa, pero burlona. Aunque se pique.
- Soy toda oídos.
- Mira lo que encontré ayer...
Siempre regresa a la lectura de Antonio Machado en esta ciudad: una costumbre, supongo, que empezó en su infancia.
- Llevo más de veinte años dándole vueltas a este libro y nunca había leído lo que voy a leerte.
No puedo evitar una sonrisa burlona. Amistosa, pero burlona. Aunque se pique.
- Soy toda oídos.
Detalle del bolso de plástico y ganchillo |
No me pidáis presencia.
Las almas huyen para dar canciones.
Alma es distancia y horizonte: ausencia.
- Un poco cursi, ¿no?
- Quizá… Pero viene como anillo al dedo.
Sé lo que está pensando: una advertencia, una llamada, una premonición, un signo de las alturas. Siempre le ha gustado jugar a ser san Agustín.
Oigo voces de niños y murmullos de adultos. La gente pasea, y pasea, y pasea. Pero Dionisio no quiere pasear. Quiere viajar. Siente que ha llegado la hora de echarse al camino y cree, por añadidura, que no nos queda otra salida. Mi corazón y mi sangre entienden y admiten sus razones, pero mi cabeza y mi instinto las rechazan.
Cruzo el Rubicón, pongo las cartas boca arriba:
- Entonces, ¿vas a marcharte?
«El camino del corazón» Fernando Sánchez Dragó
Bolso de plástico y ganchillo con accesorios |
Funda para el móvil de plástico y ganchillo |
La imaginación que le pones y el cuidado de los detalles demuestran el amor que le dedicas a tus labores, y la selección de textos es excelente. Me ha gustado mucho, no dejes de hacer aquello que te gusta y te satisface, porque te sienta muy bien.
ResponderEliminarMuchas gracias.
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